3 razones para aplicar miel en tu rostro
Controlar el acné, los brillos y para exfoliar son algunos de los usos que tiene la miel si la aplicamos a diario en el rostro.
Puedes agregarla al café o tu crema facial. La miel es un producto excelente y extremadamente versátil. Es por eso que debes usarlo en tu rutina de belleza, especialmente si tienes la piel delicada. Veamos las tres razones que harán que te decidas por aplicar miel en tu rostro.
3 razones para aplicar miel en tu rostro
La miel no falta en casi ningún hogar dado que este pequeño y preciado producto no solo esconde un excelente edulcorante, sino también un remedio natural para combatir los resfriados e hidratar el cabello. Hay muchos otros beneficios que tiene el hecho de usar miel, especialmente en lo que respecta a la salud de la piel. En este líquido espeso hay alrededor de 300 ingredientes que ayudan tanto a la piel grasa como a la seca, como vitamina B, calcio, zinc, potasio y hierro . La miel es además un producto rico en antioxidantes , es antibacteriana y tiene una actividad enzimática que ayuda a que la piel brille.
Veamos algunos de los beneficios de usar miel en la cara, que son además la mejor «excusa» para introducir la miel en tu rutina de belleza.
Es el limpiador diario perfecto
Las propiedades antioxidantes, antisépticas y antibacterianas de la miel hacen de este producto un referente para combatir el acné. Abrirá tus poros y eliminará esos molestos puntos negros mientras mantiene tu piel hidratada durante todo el día. Puedes integrarla en tu crema de tratamiento o también aplicar en forma de mascarilla, dejar actúar durante unos minutos y luego retirar con agua tibia.
Es un exfoliante natural
Dile adiós a la piel irritada y con picazón usando una mascarilla de miel para exfoliar suavemente. Lo único que tienes que hacer es mezclar un poco de miel con una cucharada de azúcar. Extiende por el rostro y masajea con un movimiento suave y circular. Luego retira con un poco de agua tibia.
Es ideal para el tratamiento del acné
Sus beneficios antiinflamatorios ayudan a eliminar el exceso de grasa de la superficie y, cuando se aplican a diario, equilibran las bacterias de la piel. Úsalo como un tratamiento localizado para calmar los brotes rebeldes e incluso para aliviar las afecciones autoinmunes de la piel como el eccema o la psoriasis.
Cuanto más a menudo agregues miel a tu rutina de belleza, mayores serán tus posibilidades de obtener resultados. Obviamente, debes evitarla si eres alérgico al polen, al apio o al veneno de abeja. Si no estás seguro, intenta probar un poco en un área pequeña de su piel para verificar si se produce una reacción.